viernes, 16 de julio de 2010

En el Ala optimista de la cuestión

El miércoles por la noche me fui a dormir completamente indignada, frustrada. Un asco. Sabrán Uds. ( o tranquilamente no) yo soy del ala optimista de la Revolución. Estoy convencida de que la Intifada es casi tangible, que la voy a vivir, la voy a protagonizar junto millones y millones de personas más (quizás me zarpo en optimista, pero es mejor que la frustración te carcoma vivo, pienso).
En fin, me fui a dormir mal. Contextualizandote, porque puede que no te acuerdes... ese dia fue el dia que se debatió por el Matrimonio entre personas del mismo sexo en Senadores( y también los Glaciares, en Diputados). Contextualizandote aún mas, veintisiete fueron la cantidad de votos en contra al proyecto. Veintisiete discursos absolutamente discriminadores, absolutamente retrogrados, absolutamente asco. Yo no miento cuando digo que me daban ganas de estallar en llanto. Me resulta sorprendentes que no les haya dado vergüenza pronunciar esos 27 argumentos. Me resulta sorprendente también el fervor Cristiano. Esto último ya sé que es una cosa mia, pero no hay manera de que mi cabeza pueda asimiliar ese orgullo cristiano y esa locura por la Iglesia. Me considero una persona bastante comprensiva... Pero esa cultura es tan ajena a mí que es como si me hablasen de caca incolora e inolora. No hay manera de que me pueda sensibilizar para comprenderlo.
El jueves enterarme que salimos victoriosos (me involucré con la causa) fue taaaaaan satisfactorio. Aunque es ciertamente preocupante, porque la diferencia en los votos fue mínima y fueron zarpadas las campañas que se hicieron en contra*. Con lo cual, queda clarisimo que la lucha por la igualdad entre los Seres humanos sigue. Es intolerable esa violencia, esa manera de pensar.
Pero no puedo dejar de reconocer que es un tremendo avance terminos Cívicos, al menos. Tampoco puedo dejar de reconocer que soy autoritaria y todos los que estén en contra del Matrimonio Gay me parecen unos pelotudos de primerisima calidad a quienes de todo corazón como dice mi amigo Sebi "les deseo cerebro".

*En San Isidro, los colegios católicos les asignaron a sus alumnos algunas tareas extracurriculares: asistir obligatoriamente a las marchas(obviamente a quien no asistía era reprimido con las asistencias), repartir volantes en contra el proyecto, pararse en los semaforos pasando pancartas también en contra el proyecto. Impactante.

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