viernes, 30 de abril de 2010

WAX

Ultimamente mis escritos, parecen estar exclusivamente dirigidos a las mujeres, o abarcan temas que las involucran en escencia. No es a propósito, lo juro.

El tema de hoy es sobre un tipo de relación que se establece a partir del momento en el que los pelos comienzan a ser mal vistos y nace consigo la obsesión por la depilación constante en las mujeres. Estoy hablando de la relación Depiladora-Cliente ( no quiero cerrarme en La mujer, por que la realidad es que hoy en día la depilación es una práctica unisex), creo que es muy interesante de analizar, en parte porque no tengo dudas de que les voy a sacar algunas carcajadas y en parte porque, cuando el lector termine de leer va a sacar algunas conclusiones locas sobre la depilación.

Voy a cometer el Crimen de no-descentramiento ( de Acuerdo a Jean Piaget) porque voy retomar el "análisis" (sí, entre comillas) desde mi propia experiencia.

Cuando tenía 11 años, un compañero del curso me dijo que parecía un futbolista por los pelos que tenía en las piernas. No estaba nada errado el chico, era bien peluda; tipo futbolista, sin exagerar(no voy a entrar en detalle porque tampoco quiero causar asco). Esa tarde que volví del colegio ya no era la misma. Le pedí a mamá que me lleve a depilar (Mi mamá siempre me prohibió usar la gilette por un trauma suyo, se cortajeo todas las piernas tratando de afeitarse).

Fuimos las tres: mamá, mi hermana y yo. Una chica de pelo largo me metió en un cubículo de 1,5mx1m con una camilla. EL cúbiculo tenía cortina, como separación al resto del lugar. Con lo cual, si alguien gritaba, lloraba o pataleaba, el resto de las personas que estaban en ese lugar se iba a enterar. Lo que más miedo me daba era "la cera caliente", que es en realidad lo mas inocente de todo el asunto criminal de la depilación. Lo unico desagradable de la cera en sí es que contiene millones y millones de pelos de otras personas... quemados, desintegrados... pero simbolicamente siguen ahí.

La mujer de la larga cabellera vendó la parte delantera de alguna de mis dos piernas con una tira de cera de la rodilla al pie "¿Esto era?". "Si serán todos hijos de puta" debió ser mi siguiente pensamiento. El tirón, arrancamiento de pelos, es mortal. Ver esa tira de cera con mis pelos pegados es una de las mejores imagenes que tengo en mi memoria; deberían haber fotos... Atenti los fotografos, les di una idea para hacerse ricos. Una vez que te sacan una cantidad importante de pelos, viene LA PICAZÓN ( Con sarpullido, incluido) con lo cual la segunda pasada de cera calentita es casi orgasmica porque aplaca el "picor" volviendóse así un circulo vicioso.. en el que, pese al dolor, la pasas barbaro.

Nunca fui muy de "ir a depilarme"a diferencia de mucha mujeres. Quiero contarles por si no lo saben... que las mujeres se depilan al menos UNA VEZ POR SEMANA. Y ahora se empezó a implementar la maquina electrica de depilar ( alias "torturator") y les aseguro que eso es todo menos placer. Las Mujeres se someten una vez por semana a la tortura electrica... Horrible.
Pero retomando, en lo personal... nunca fui una persona con ese hábito incorporado... iba una vez cada dos meses a mis sesiones de cera calentita ( con ese método los pelos te tardan en crecer dos semanas mas o menos). Así que me acostumbre a andar peludita y feliz por la vida.
Hasta que tuve la mala suerte de ponerme de novia.... Encima con una persona que no valía la pena... ahi empecé a tomar el habito de la Gilette. Con ésta las cosas son muy distintas... los pelos te salen a los dos días.. duros y negros... No está bueno. Pero bleh...
En fin estuve años "despelandome" de esa manera horrible.
Un día recién salida de la psicologa.. media llorosa... me encontré frente a una depiladora; "HELENA" se llamaba. Entré y en efecto.. Helena, una señora cincuentona con el pelo decolorado, me atendió. Le pedí que me depile las axilas. Me depiló, Charlamos de la vida... Y me quedé con las ganas de que me siga depilando. Lastima no tenía plata mas que para las axilas.
Lo que voy a decir a continuación es muy estupido, pero mi cabeza verdaderamente lo piensa...y es que... me parece tan importante que la depiladora sea simpática. Para que alguien te depile.. tiene que haber química , sino todo mal. Y Bleh, no sé porque dije todo esto último... pero lo consideraba imprescindible para terminar de concretar esto que estoy escribiendo.
Siempre que me voy a depilar, terminan de depilarme,, me quedo con las ganas de seguir siendo depilada... nunca es suficiente... Estaría bueno ser mas peluda. Y este es el cierre. Sin conclusiones ni reflexiones. Chau.